¿Para qué?..

Creía que siempre, constantemente existe la felicidad. He llegado a tocar el cielo con una preciosa amistad que nunca podré olvidar pase el tiempo que pase. He llegado a montar sobre las nubes y a recorrerlas gracias a un amor, a un verdadero amor que se me ha metido hasta las entrañas. Yo creo que ya no me queda por lo que sufrir, ni nada por lo que amar.. creo que he querido como nadie y he peleado dejandome la piel y la sangre en cada campo de batalla que requería de mi ser.  Lo he hecho de la mejor manera que he sabido hacerlo.
Lo cierto es que no me quedan lágrimas por las que llorar, casi no me quedan hojas en las que poder expresar todos y cada uno de los sentimientos que siento ahora mismo, no me queda tinta en mi viejo y arrugado corazón, como para poder escribir otro capítulo de felicidad en mi vida, todo acaba, todo llega a tener su fin, y estoy cansada de conocer tantos fines de historias que podrían llegar a ser eternas, que podrían ser únicas en la vida de esa persona.
Mi lamento, ¿para qué?.. si todos llegamos a una misma conclusión; detrás no hay nada...nada.
Vivir y soñar, son dos de las palabras que más utilizo en mi día a día, la única diferencia es que a la hora de la práctica, la que mejor se me da es, soñar.


SARA IBARZO

De nuevo..

Bueno, parece que tengo abandonado un poquito esto, lo cierto es que me han pasado cosas a lo largo de estos meses que no me han permitido inspirarme tanto como para volver a escribir de nuevo, aunque por suerte ya ha pasado lo peor.
Como en textos anteriores que he escrito yo misma, creo que cuando te caes tienes la obligación de levantarte y cuando te vuelves a caer todavía con más ganas te tienes que levantar, aunque es fácil escribirlo aquí sé que cuesta bastante pero nada sirve si no tienes un motivo lo suficiente importante como para hacerlo . Con esto sólo quiero expresar que nunca es tarde para conseguir lo que quieres en esta vida, si luchas de verdad conseguirás todo lo que te propongas y saldrás adelante de cualquier túnel que no esté muy clara la luz.


SARA IBARZO